Te exaltaré, mi Dios y Rey; por siempre bendeciré tu nombre.
Todos los días te bendeciré; por siempre alabaré tu nombre.
Grande es el Señor , y digno de toda alabanza; su grandeza es insondable.
Cada generación celebrará tus obras y proclamará tus proezas.
Se hablará del esplendor de tu gloria y majestad, y yo meditaré en tus obras maravillosas.
Se hablará del poder de tus portentos, y yo anunciaré la grandeza de tus obras.
Se proclamará la memoria de tu inmensa bondad, y se cantará con júbilo tu victoria.
El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.
El Señor es bueno con todos; él se compadece de toda su creación.
Que te alaben, Señor , todas tus obras; que te bendigan tus fieles.
Que hablen de la gloria de tu reino; que proclamen tus proezas,
para que todo el mundo conozca tus proezas y la gloria y esplendor de tu reino.
Tu reino es un reino eterno; tu dominio permanece por todas las edades. Fiel es el Señor a su palabra y bondadoso en todas sus obras.
El Señor levanta a los caídos y sostiene a los agobiados.
Los ojos de todos se posan en ti, y a su tiempo les das su alimento.
Abres la mano y sacias con tus favores a todo ser viviente.
El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras.
El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.
Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva.
El Señor cuida a todos los que lo aman, pero aniquilará a todos los impíos.
¡Prorrumpa mi boca en alabanzas al Señor ! ¡Alabe todo el mundo su santo nombre, por siempre y para siempre!
Salmo 145